HISTORIA DEL CONCEPTO DE FELICIDAD EN PSICOLOGÍA





La Felicidad es un concepto muy complejo.

Aunque todos sabemos que queremos ser felices, nos cuesta más si nos paramos a pensar detenidamente qué significa esto más concretamente y nos podemos dar cuenta de que es algo diferente para cada persona.

Se ha estudiado en un gran número de disciplinas durante siglos y se ha definido en términos éticos, teológicos, políticos, económicos y psicológicos (Diener, 1984; Veenhoven, 1984).

Dada esta diversidad paradigmática, no sorprende que se hayan utilizado muchos términos para catalogar el bienestar, incluida la felicidad, el bienestar objetivo, el bienestar subjetivo, la calidad de vida y la satisfacción con la vida. De estos términos, el de felicidad es el más conocido, tanto en la investigación como en el uso lego. Desde 1973, la felicidad se ha incluido como término en el índice de la publicación Psychological Abstracts International.

Entonces, ¿qué significa felicidad?

En los estudios que se han realizado al respecto podemos ver que a las personas a las que se le preguntó dieron dos tipos de respuesta:

a) experimentar a menudo un estado emocional positivo tal como alegría.

b) sentirse satisfecho con la vida como un todo o con partes de ella.

Estos son dos posibles elementos de la felicidad.

Sin embargo, la felicidad no es el antónimo de infelicidad, depresión o enfermedad psicológica, aunque está relacionada de forma negativa con esos estados y sus causas son algo distintas (Argyle, 1987).

Andrews y Withey (1978) supusieron primero tres posibles elementos de la felicidad:

a) emoción positiva.

b) satisfacción de vida.

c) la ausencia de emociones negativas o perturbaciones psicológicas.

Esta conceptualización de felicidad recibe cada vez más apoyo de los investigadores. Sin embargo, podría haber un cuarto elemento que tiene que ver con la realización personal y otros elementos de “fondo” tales como tener una meta en la vida y el crecimiento personal (Ryff, 1989).

Se ha comprobado que dedicarse en serio a las actividades de tiempo libre, llevarse bien con los seres queridos o sentirse abrumado por la belleza de la naturaleza produce una dimensión parecida de experiencias psicológicas internas (Argyle y Crossland, 1991; Lu y Argyle, 1994).

La descripción más general de felicidad sería una experiencia interna de un estado positivo de la mente, que puede estar provocada por varias razones.