COMO EJERCITAR LA FORTALEZA DE LA PRUDENCIA.





COMO EJERCITAR LA FORTALEZA DE LA PRUDENCIA.

La Fortaleza de la Prudencia forma parte de la Virtud de la Templanza, que es la Virtud que nos aporta protección contra los excesos. 

La Fortaleza de la Prudencia consiste en tener una orientación práctica hacia metas futuras. Implica ser cuidadosos acerca de las opciones disponibles, no tomar riesgos indebidos y mantener objetivos a largo plazo en cuenta al tomar decisiones a corto plazo.

Las personas prudentes supervisan y controlan su comportamiento impulsivo y anticipan las consecuencias de sus acciones.

Esta Fortaleza no es sinónima de tacañería o timidez, en cambio implica una perspectiva inteligente y eficaz hacia el logro de importantes objetivos en la vida.  

Para ejercitar esta fortaleza te proponemos una serie de ejercicios que puedes llevar a cabo:

1.Procura intentar pensar dos veces las cosas antes de decir nada. Haz este ejercicio por lo menos diez veces a la semana y anota sus efectos. En muchas ocasiones nos dejamos llevar por la impulsividad, y luego nos podemos arrepentir de lo que hemos dicho o hecho. Si tomamos como un hábito el ser más prudentes a la hora de hablar o actuar, y pensar antes de  hacer o decir algo, puede sernos muy útil para poder evitarnos posibles preocupaciones que nuestra impulsividad pudiera causarnos en un futuro.

2. Trata de conducir con precaución y notarás  que hay menos emergencias de las que realmente piensas.

3. Procura que antes de tus tres próximas decisiones importantes tengas la oportunidad de quitarte de la cabeza todas las distracciones ajenas. Es importante tomarse un tiempo para realizar las decisiones importantes de la vida, y poder finalmente saber que es a nosotros a quienes afectará finalmente lo que decidamos, así que es necesario tomar estas decisiones asumiendo nuestra plena responsabilidad al respecto.

4. Consulta con las personas que tienen un significado en tu vida antes de tomar una decisión final. Es importante tener en cuenta los puntos de vista de las personas que son importantes para nosotros, sabiendo que ellas nos aconsejarán lo que esta acorde con nuestros intereses, y nos puede sr muy útil aumentar nuestra perspectiva con sus puntos de vista, sin embrago debemos saber que la decisión final debe ser totalmente nuestra y debemos asumir la responsabilidad de las consecuencias nosotros mismo únicamente.

5. Intenta visualizar las consecuencias de tus decisiones en uno, cinco y diez años. El poder ver en perspectiva las consecuencias de las decisiones que tenemos que tomar nos hará tener una visión más amplia de cuáles pueden ser estas. De esta forma no nos basaremos únicamente en los beneficios o costes a corto plazo, sino que podremos ver cómo influirá en un periodo de tiempo mucho más largo en nuestra vida.

6. Prueba a realizar un análisis riesgo-beneficio antes de tomar una decisión final. Todas las decisiones que tomamos tienen un precio, siempre debemos renunciar a algo cuando elegimos otra cosa, y el riesgo de no conseguirlo también es importante tenerlo en cuenta, por eso hacer una lista de pros y contras, y ver las posibilidades de nuestro éxito es una estrategia que puede sernos muy útil a la hora de tomar una decisión.

7. Acostúmbrate a tomar decisiones importantes cuando estás relajado, no ansioso o deprimido. Ya que nuestro estado de ánimo influye en nuestra forma de ver las cosas. Tampoco es bueno tomar las decisiones cuando estemos demasiado contentos, ya que tenderíamos a reducir los riesgos y a ver las cosas demasiado fáciles. Por el contrario en un estado de tristeza lo consideraríamos todo demasiado complicado y difícil. Por eso es necesario tener un estado de ánimo calmado al tomar decisiones importantes, ya que podremos ver las cosas en su justa medida.

8. Antes de hacer trampas o mentir incluso para cosas triviales, pregúntate si necesitas diez más mentiras para ocultar la primera mentira. Muchas veces por pequeñas mentiras vamos creando un ovillo que se va haciendo más grande cada vez y del cuál luego nos resulta demasiado complicado salir.


9. Evita situaciones competitivas que generalmente terminan en resultados de ganar-pérdida, o en el que tu o tu oponente tenéis muy pocas posibilidades de ganar. Es mejor estar en situaciones en las que ambos miembros puedan ganar si colaboran. Y si hay muy pocas oportunidades de que uno gane, le situación de competitividad que se dará será demasiado exigente y podría llevarnos a cometer errores, mentir, hacer trampas, etc. 

10. No dudes en comprobar tantas veces como sea necesario para asegurarte de que cubres todos los detalles relevantes de tu próxima tarea importante. Si algo es importante es importante también hacerlo de la manera más adecuada posible, y si comprobamos el avance de las tareas que tenemos que realizar, seguramente no nos dejaremos nada sin hacer o podremos corregir los detalles antes de que sea demasiado tarde.

11. Intenta evaluar la calidad, eficiencia y sabiduría con la que has llevado a cabo tus tres últimos proyectos y escribe métodos de mejora.  Darnos cuenta de cómo hacemos las cosas es un paso muy importante a poder introducir cambios o mejoras en nuestra forma automática de actuar. Si no  nos paramos a reflexionar sobre cómo hacemos las cosas, no podremos darnos cuenta de cuáles son nuestros métodos, esquemas, nuestras debilidades o fortalezas, de tal forma que podamos aplicarlas para hacer las cosas mejor en un futuro.

Rashid, T. (2005)

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