Cuando te hablan de Meditación vienen a tu mente imágenes de un monje disfrazado con unas sábanas naranjas y amarillas más o menos levitando. Eso no es para mi. Puedo darte mil razonamientos lógicos para explicarte por qué eso no va conmigo, desde el consabido no tengo tiempo o no soy una persona espiritual, hasta el dudo mucho de que sirva para nada o en realidad qué utilidad puedo encontrarle a algo así.
Cuando uno se mete de lleno a estudiar Psicología Positiva, la Meditación, la Atención Plena o el Mindfulness están de lleno en todas partes. Así que lo pruebas, una vez, sin entender demasiado lo que estás haciendo, sin pensar que tenga algún resultado positivo posible, sin ganas, y sin que salga bien.
La meditación o el Mindfulness consiste en, para los que no somos expertos: no pensar en nada.Yo no puedo estar diez minutos sin pensar en absolutamente nada, entonces será que o lo estoy haciendo mal o que no puedo hacerlo o no sé hacerlo. Y eso es una grandísima mentira. Porque lo primero no consiste en eso, nuestro cerebro tiene su propia forma de actuar, y no pensar en nada es bastante imposible o mantenible en un periodo de tiempo prolongado. Pero no se trata de eso.
La Meditación cambia a Atención Plena o Mindfulness, que es algo completamente distinto, consiste en dejar que tus pensamientos pasen por tu cabeza sin prestarles atención, atención como pensamientos, pero no atención a lo que dicen, aún sí a lo que nos dicen.
Midfulness es una capacidad intrínseca de la mente que consiste en estar plenamente presente y consciente en el momento actual. Es una presencia plena en el ahora.
Poco a poco te vas dando cuenta de que tu mente tiene su propia forma de actuar, que lo que suena en tu cabeza no tiene porque ser la verdad y que no es necesario prestarle atención.
Con muy poca práctica, tanto de tiempo sostenido, como a lo largo del tiempo, de manera imperceptible casi pero muy sorprendente vas viendo cómo algo va cambiando en tu forma de pensar, sentir o actuar.
Eres capaz de, sin pensarlo, pararte un instante y saborear un buen momento, consigues sin ningún tipo de esfuerzo el mantener la calma ante una situación estresante, ante la cual actuarías con enfado normalmente, y verla desde fuera, con calma y con otra perspectiva, pudiendo así actuar de una manera mucho más práctica y solventar el problema con muchísima más facilidad y de manera mucho más certera y adecuada. Y te sorprendes a ti mismo disfrutando, sin haberte dado cuenta, de la increíble fortuna y placer infinito de saborear un sorbo del café de las mañanas, mantienes el buen humor dentro del atasco más exasperante, te concentras más en las cosas que lees y te descubres utilizándolas en los momentos adecuados, pudiendo acceder a ellas sin ningún tipo de problema, sonríes cuando te toca un rayo de sol o cuando el frío de la madrugada te golpea al salir, y aunque pienses que frío, también piensas que suerte estar vivo y poder sentir esto.
Eres capaz de, sin pensarlo, pararte un instante y saborear un buen momento, consigues sin ningún tipo de esfuerzo el mantener la calma ante una situación estresante, ante la cual actuarías con enfado normalmente, y verla desde fuera, con calma y con otra perspectiva, pudiendo así actuar de una manera mucho más práctica y solventar el problema con muchísima más facilidad y de manera mucho más certera y adecuada. Y te sorprendes a ti mismo disfrutando, sin haberte dado cuenta, de la increíble fortuna y placer infinito de saborear un sorbo del café de las mañanas, mantienes el buen humor dentro del atasco más exasperante, te concentras más en las cosas que lees y te descubres utilizándolas en los momentos adecuados, pudiendo acceder a ellas sin ningún tipo de problema, sonríes cuando te toca un rayo de sol o cuando el frío de la madrugada te golpea al salir, y aunque pienses que frío, también piensas que suerte estar vivo y poder sentir esto.
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