LA FORTALEZA DE LA PRUDENCIA.
Las personas prudentes no dicen ni hacen nada de lo que posteriormente podrían arrepentirse. Son personas que tienen visión de futuro y son dialogantes.
La prudencia es una orientación práctica hacia metas futuras. Implica ser cuidadosos acerca de las opciones, no tomar riesgos indebidos y mantener objetivos a largo plazo, resistiéndose a los impulsos en cuanto al tomar decisiones a corto plazo.
Las personas que tienen esta fortaleza son personas prudentes que tienden a supervisar y controlan su comportamiento impulsivo, y son personas que anticipan las consecuencias de sus acciones.
Esta fortaleza no es sinónimo de tacañería o timidez, pero en cambio implica una perspectiva inteligente y eficaz hacia el logro de importantes objetivos en la vida.
Esta es una fortaleza que los padres tienden a repetir mucho a sus hijos con la consabida frase de "Ten cuidado".
Seligman, M. (2004) La auténtica felicidad.
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