COMO EJERCITAR LA FORTALEZA DE LA GRATITUD.



COMO EJERCITAR LA FORTALEZA DE LA GRATITUD.

La Fortaleza de la Gratitud forma parte de la Virtud de la Trascendencia, que nos hace sentirnos en conexión con toda la humanidad y el universo, y dota de significado a nuestras vidas.

Las Fortalezas de esta Virtud son aquellas Fortalezas emocionales que van más allá de la persona y nos conectan con algo más elevado, amplio y permanente, con otras personas, con el futuro, la evolución, lo divino o el universo.

La Fortaleza de la Gratitud implica tener la habilidad de tomar  conciencia y sentir agradecimiento por las cosas buenas de la vida.

Las personas que tienen esta Fortaleza de Gratitud son aquellas que se toman tiempo para expresar agradecimiento y contemplar todo lo que se les ha dado en la vida. Este gradecimiento puede ser dirigido a una persona determinada, a una divinidad, o simplemente expresado exteriormente por el mero hecho de la existencia.

Esta Fortaleza conlleva una actitud de aprecio y buena voluntad para los beneficios derivados de otras personas.     

1. Considera como esta declaración que describe tu estado mental habitual: "Una mente serena ve lo que es bueno y vive en el presente.  Una mente ansiosa ve lo que es negativo y lo que falta."  Intenta calmar tu mente durante cinco minutos en la mañana y por la noche. 

2. Haz el ejercicio de contar  tres de tus bendiciones (tres cosas buenas que te pasado) antes de ir a la cama cada día. Esto te hará prestar atención y darte cuenta de la cantidad de cosas buenas que te pasan a lo largo del día, de cosas por las que pudes estar agradecido, desde tener una cama para dormir, poder ducharte con agua caliente, poder comer lo que te gusta, etc.

3. Prueba a expresar tu gratitud a alguien a quien le debas un buen acto ya quien no se lo has dicho antes, preferentemente a través de una visita personal. Esto conllevará un fortalecimiento de esa relación y un buen recuerdo ya que generalmente a todos nos gusta que nos valoren lo que hacemos por los demás.

4. Cada día, selecciona una cosa pequeña pero importante que das por sentado. Trabajar en ser conscientes de esta cosa en el futuro. Como el estar sano, el poder vivir en un país con comodidades, el tener dos brazos y dos piernas, etc.

5. Prueba a observar cuántas veces dices gracias a lo largo del día y si lo sientes de verdad cada vez que lo dices. Es importante tener el hábito de ser agradecidos, para no dejar pasar la oportunidad de sentirnos bien por cada pequeña cosas que tenemos o nos pasa agradable durante el día, de esta forma los pequeños inconvenientes que podamos encontrar se nos harán menos importantes comparados con la gran cantidad de emociones positivas que nos pueden generar todas esas cosas que hasta ahora damos por sentadas.

6. Intenta expresar gratitud y dejar una nota para alguien que ha ayudado a tu crecimiento intelectual (por ejemplo, un profesor de secundaria).  Siempre podemos encontrar a alguien que nos ha ayudado en nuestros estudios o que nos ha animado a ampliar nuestra curiosidad intelectual, que ha creído en nosotros y en nuestra capacidad de ser lo que deseábamos. 

7. No olvides expresar tu gratitud a todos los que contribuyeron a tu éxito, no importa cuán pequeña pueda haber sido su contribución. Cada persona que pasa por nuestra vida nos cambia en alguna manera, por eso es importante agradecer a aquellas personas que se tomaron la molestia de hacer algo por nuestro beneficio, por muy pequeña que su acción haya sido. 

8. Aprende a expresar tu gratitud, a decir «gracias», se más descriptivo y específico (por ejemplo, "aprecio el consejo tan prudente que me has dado"). De esta manera no queda como una frase de cortesía, sino como algo real y específico que expresa que nos hemos dado realmente cuenta de aquello que esa personas ha hecho por nosotros.

9. Escribe tres temores que sientes cuando te despiertas por las mañanas.  Antes de ir a la cama, escribe tres cosas buenas que te ha ocurrido y por qué han pasado.  Luego evalua tus temores a la luz de las cosas buenas. Esto nos hará darnos cuenta de que el ratio de las cosas buenas que nos pasan durante el día es mayor que el de las malas, y que es más probable que si actuamos para que las cosas que nos atemorizan no sucedan, podremos controlar que no ocurran.

10. Trata de dedicar a pensar y sentir plenamente por lo menos diez minutos cada día para saborear una experiencia agradable.  Decide retener cualquier decisión consciente durante estos diez minutos. Esto es una práctica de meditación consciente centrada en la gratitud que nos ayudará a experimentar realmente todo lo que esa experiencia agradable ha provocado en nosotros. 

11. Prueba a escribir una carta a un editor sobre un evento que ha hecho que  la comunidad a la que perteneces se sienta más unida. De esta forma le estarás dando su justo valor a ese hecho y harás que otras personas puedan valorarlo de la misma manera que tú lo haces.

12. Intenta expresar gratitud a los funcionarios públicos como policías, bomberos y trabajadores de correos. Muchas veces esas personas se toman la molestia de ser muy amables con nosotros y no lo tenemos en cuenta, no les agradecemos su labora, pensando en que sólo están haciendo su trabajo, sin embargo cuando este se realiza de manera excepcional debe ser notado y agradecido especialmente.

13. Prueba a antes de comer, párate y piensa en todas las personas que han contribuido a producir, poner a la venta y cocinar lo que estás comiendo. Intenta hacerlo, por lo menos una vez por semana. Te darás cuenta de la cantidad de personas que han contribuido a que tú puedas comer ese alimento, desde los que lo sembraron, regaron, cosecharon, llevaron al mercado, cocinaron, etc. Esta es una forma de sentir que estamos en conexión con el resto del mundo, y de darnos cuenta de que cada uno de nosotros formamos parte de un todo, que es necesario que cada uno haga su labor de la mejor manera posible, ya que eso redunda en el beneficio y el bienestar de todos los demás.

14. Durante la cena, habla con tus seres queridos acerca de dos cosas buenas que les hayan pasado a ellos durante el día.  Es una forma de que ellos también se den cuenta de que ha habido cosas que hayan pasado por alto o dado por sentado, que no valoran lo suficiente, etc. Es una forma de ampliar su espectro de cosas por las que pueden estar agradecidos, de rememorarlas y volver a sentir esas sensaciones positivas y de compartirlas contigo, para que ´tu también puedas sentir gratitud por las cosas buenas que les han pasado a ellos.

15. Piensa en tres adversidades que te hayan sucedido e identifica tres cosas buenas que se dieron gracias a cada una de ellas. Muchas veces no nos damos cuenta de cuanta verdad encierra el dicho de "No hay mal que por bien no venga." Y que muchas veces algo que parece ser negativo en un principio resulta finalmente una ventaja y se convierte en algo positivo. 

16. Intenta recordar tus mejores momentos de reconocimiento, logro, alabanza y conexión. Muchas veces olvidamos los grandes momentos que hemos vivido a lo largo de nuestra vida, y al recordarlos nos sentimos nuevamente invadidos por todas las emociones positivas que los provocaron, llenos de gratitud por las personas que formaron parte de ellos, nos sentimos queridos y protegidos, llenos de energía y fuerzas. El simple hecho de recordarlos nos lleva a experimentar de nuevo esas emociones y nos recarga para ir en busca de nuevos logros.    

Rashid, T. (2005)

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