COMO EJERCITAR LA FORTALEZA DEL PERDÓN.
La Fortaleza del Perdón forma parte de la Virtud de la Templanza, que es la Virtud que nos aporta protección contra los excesos.
La Fortaleza del Perdón y la misericordia consiste en perdonar a aquellos que han obrado mal o nos han ofendido.
El Perdón implica aceptar los defectos de los demás, dando a la gente una segunda oportunidad y dejando de lado la tentación de tener rencor o comportarse vengativa. La Fortaleza del Perdón permite dejar de lado la negatividad autodestructiva asociada con ira y extender la misericordia hacia el transgresor.
Para ejercitar esta Fortaleza puedes realizar una serie de ejercicios como los que te proponemos a continuación:
1. Puedes recordar momentos cuando tú hayas ofendido a alguien y has sido perdonado, entonces puedes hacer este regalo a los que te hayan ofendido a ti. El obtener el perdón por algo que se ha hecho mal nos da una gran sensación de alivio y paz, nos ofrece la oportunidad de empezar de nuevo y hacer las cosas mejor la próxima vez. Todos cometemos errores y nos equivocamos sin querer o porque no hemos podido hacer las cosas mejor, si se nos da una nueva oportunidad podemos hacer las cosas otra vez mejor y con más cuidado y más información.
2. Aprende a evaluar tus emociones antes y después de perdonar a alguien. El perdón también nos libera a nosotros de la ira que nos provocan las ofensas. Es un regalo en doble sentido, ya que nos libera tanto a nosotros de la ira y la venganza, como al que cometió el error de la culpa.
3. Intenta comprender desde la perspectiva del agresor por qué te ofendió. Luego evaluar si tu reacción te lastima a ti más que al que ha cometido el error. Muchas veces la ira que nos provoca el que nos hayan ofendido nos hace más daño y nos perjudica más a largo plazo que la misma ofensa.
4. Haz una lista de las personas contra quienes guardas rencor por alguna ofensa que han podido cometer contra ti, después puedes o bien reunirse con ellos personalmente para discutirlo o visualizar el encuentro para intentar olvidar el pasado.
5. Queda con una persona que te ofendió en el pasado, especialmente si es un miembro de tu familia. Cuando quedes con esa persona cuéntale que le has perdonado, o simplemente se amigable en su interacción con esa persona. Muchas veces perdemos a personas que son importantes para nosotros por no poder perdonar algo que nos hicieron en el pasado, cuando sin darnos cuenta estamos perdiendo una relación que nos importa por algo que quizás sea posible olvidar y perdonar, o simplemente hacer como que no ha pasado nada. Muchas veces las personas que nos han ofendido no se atreven a hablarnos más después de una gran discusión, está en nuestra mano el reiniciar esa relación.
6. Si eres creyente pedir el perdón de un poder divino según tu fe y evalúa cómo te sientes luego. Es importante también el sabernos perdonar a nosotros mismos por los errores que hayamos podido cometer. Y si somos creyentes, podemos experimentar el beneficio de sabernos perdonados y el alivio que esto supone personalmente.
7. Si eres creyente también poder rezar por el comportamiento de tu agresor. Intentar pedir porque se de cuenta de su error y encuentre la paz.
8. Prueba a identificar cómo un rencor te tortura emocionalmente. ¿Cómo te produce emociones perturbadoras (ira, odio, miedo, preocupación, tristeza, ansiedad, celos, etc.)? Escribe tres formas en las que estas emociones disruptivas afectan a tu comportamiento. Muchas veces no nos damos cuenta de que el no perdonar, o el dejar pasar algo y tratar de olvidarlo nos hace más daño a nosotros mismo que a la persona que nos hizo daño.
9. Puedes planear cómo puede ser tu respuesta la próxima vez que alguien te ofenda. Recuérdate de vez en cuando tu plan (si es posible también puedes ensayar) y periódicamente afirman, "No importa cómo él o ella me ofenda, le respondo como lo he planeado." Muchas veces esta es la mejor manera de tratar con una persona que sabemos que va a herirnos de alguna manera, porque no puede evitarlo, así su comportamiento no tendrá ninguna repercusión en nosotros. Y es bueno tener un plan para poder actuar de manera rápida de tal forma que no tengamos después que arrepentirnos si nos invade la ira o decimos algo que no debemos.
10. Imagínate a la persona que te ofendió y considera si tienes alguna fantasía de venganza con respecto a esa persona. Trata de imaginar con todo tipo de detalle lo contrario, esto es, qué pasaría si puedes perdonar completamente a esa persona. Trata de darte cuenta de tus reacciones cuando estás pensando en perdonarle, Empieza a realizar este ejercicio con alguien que te haya ofendido de manera leve y ve pasando a otras personas que te hayan ofendido de manera más grave. Durante todo el ejercicio recuérdate a ti mismo que es un ejercicio de perdón, no de venganza.
Rashid, T. (2005)
6. Si eres creyente pedir el perdón de un poder divino según tu fe y evalúa cómo te sientes luego. Es importante también el sabernos perdonar a nosotros mismos por los errores que hayamos podido cometer. Y si somos creyentes, podemos experimentar el beneficio de sabernos perdonados y el alivio que esto supone personalmente.
7. Si eres creyente también poder rezar por el comportamiento de tu agresor. Intentar pedir porque se de cuenta de su error y encuentre la paz.
8. Prueba a identificar cómo un rencor te tortura emocionalmente. ¿Cómo te produce emociones perturbadoras (ira, odio, miedo, preocupación, tristeza, ansiedad, celos, etc.)? Escribe tres formas en las que estas emociones disruptivas afectan a tu comportamiento. Muchas veces no nos damos cuenta de que el no perdonar, o el dejar pasar algo y tratar de olvidarlo nos hace más daño a nosotros mismo que a la persona que nos hizo daño.
9. Puedes planear cómo puede ser tu respuesta la próxima vez que alguien te ofenda. Recuérdate de vez en cuando tu plan (si es posible también puedes ensayar) y periódicamente afirman, "No importa cómo él o ella me ofenda, le respondo como lo he planeado." Muchas veces esta es la mejor manera de tratar con una persona que sabemos que va a herirnos de alguna manera, porque no puede evitarlo, así su comportamiento no tendrá ninguna repercusión en nosotros. Y es bueno tener un plan para poder actuar de manera rápida de tal forma que no tengamos después que arrepentirnos si nos invade la ira o decimos algo que no debemos.
10. Imagínate a la persona que te ofendió y considera si tienes alguna fantasía de venganza con respecto a esa persona. Trata de imaginar con todo tipo de detalle lo contrario, esto es, qué pasaría si puedes perdonar completamente a esa persona. Trata de darte cuenta de tus reacciones cuando estás pensando en perdonarle, Empieza a realizar este ejercicio con alguien que te haya ofendido de manera leve y ve pasando a otras personas que te hayan ofendido de manera más grave. Durante todo el ejercicio recuérdate a ti mismo que es un ejercicio de perdón, no de venganza.
Rashid, T. (2005)
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